En la segunda gran vitrina dedicada a los mecanismos de sustentación del mundo animal, dentro del área de ‘La Tierra hoy’, se encuentra este magnífico y bonito ejemplar.
El esqueleto interno de esta esponja del Pacífico occidental está formado por espículas silíceas muy imbricadas que le confieren una gran resistencia para soportar la presión del fondo del mar. Vive a mucha profundidad (desde 40 hasta cientos de metros) y es una de las especies de esponjas más conocidas por la gran arquitectura de su esqueleto y porque su interior está habitado por unos pequeños cangrejos (Spongicola japonica) que han accedido al mismo desde la fase larvaria. Son, por lo tanto, simbiontes de la esponja.
Fue descrita en 1841 por sir Richard Owen.