La región mediterránea australiana, con 700.000 kilómetros cuadrados, es la segunda en extensión (representa un poco más del 20 por ciento del bioma). La forman dos sectores separados situados en el suroeste y en el sur del continente. Se conocen unas 8.000 especies, de las que el 75 por ciento son endemismos. El clima es mediterráneo con cierta influencia tropical debido a la proximidad de los monzones oceánicos, por lo que la sequía estival no es tan rigurosa como en nuestro país. Sin embargo, la frecuencia de los incendios es alta y los suelos son muy pobres en nutrientes.
En la zona australiana del Jardí, además de la flora mediterránea característica, también se cultivan plantas de la flora templada del suroeste del continente (estados de Victoria y Nueva Gales del Sur). Tanto la flora arbórea como la arbustiva son dominadas por un gran número de especies de pocas familias, como las mimosas (Acacia), las mirtáceas (Eucalyptus, Melaleuca, Callistemon) y las proteáceas (Hakea, Banksia, Grevillea).
También están presentes otras especies de árboles de notable singularidad y primitivismo, que se caracterizan por mostrar un porte homogéneo durante su crecimiento:
- Xantorreas o hierbas arborescentes con las hojas muy estrechas y nada carnosas, sorprendentemente adaptadas a los incendios.
- Casuarinas y coníferas del grupo de los cipreses (género Callitris).