Museu de Ciències Naturals de Barcelona

Historia

El NAT Las sedes Jardí Botànic Històric Historia

La Exposición Internacional de 1929 ofreció la primera gran oportunidad de afrontar el reto de integrar Montjuïc en la trama urbana de Barcelona. Se trataba de transformar la montaña en un gran parque urbano, el segundo después de la Ciutadella, capaz de acoger las principales instalaciones y equipamientos culturales de Cataluña. Para la gran exposición se iniciaron algunos de los jardines más notables que, aún hoy, forman parte del patrimonio verde de la ciudad.

Exposición Internacional de Barcelona. Vista aérea de la instalación de los ganaderos del Reino. Foto del Archivo Fotográfico de Barcelona.

Exposición Internacional de Barcelona. Vista aérea de la instalación de los ganaderos del Reino. Foto del Archivo Fotográfico de Barcelona.

Francesc Cambó encargó a J. C. N. Forestier el diseño de los jardines que debían rodear la Exposición. La influencia de Forestier en la jardinería barcelonesa fue muy importante. Le debemos el diseño de algunos de los mejores jardines de la ciudad, la introducción de numerosas especies nuevas –entre las que destacan la tipuana (Tipuana tipu), el ombú (Phytolacca dioica), la jacaranda (Jacaranda ovalifolia) y la eritrina de Bentham (Erythrina falcata)– así como la formación, a través de su discípulo Nicolau M. Rubió i Tudurí, de una notable escuela de paisajismo y jardinería.

Con el impulso de la Exposición se encargó a Pius Font i Quer la construcción de un jardín botánico. En el año 1930, con más voluntad que dinero, Font i Quer empezó a reunir una notable colección de plantas endémicas y raras obtenidas especialmente en la península Ibérica, en las islas Baleares y en Marruecos.

En 1940, Antoni de Bolòs se hizo cargo de la dirección del Jardín e incorporó nuevas colecciones de plantas del Pirineo y de las islas Baleares. Ese mismo año se trasladó al jardín el Instituto Botánico que, gracias a Font i Quer y a la Junta Municipal de Museos de Ciencias Naturales, acogía ya entonces los principales herbarios y la mejor biblioteca especializada en botánica de Cataluña.

La inauguración del Jardí Botànic Històrico se realizó el 17 julio de 1941. Pese a todas las dificultades, en él se cultivaron algunas de las plantas más raras de las floras norteafricana y peninsular. Gracias a su actividad se pudo salvar de la extinción la lisimaquia menorquina, cultivada actualmente en numerosos jardines botánicos y reintroducida en sus poblaciones naturales en el año 1954, cuando Antoni de Bolòs inició y publicó la primera replantación peninsular de una especie extinta.

La necesidad de construir accesos para los nuevos equipamientos olímpicos, en el año 1986, afectó seriamente a la estabilidad de las paredes verticales del jardín e implicó el cierre del mismo. Una vez ejecutados los correspondientes trabajos de restauración y consolidación, se abrió nuevamente al público (sólo el sector del Sot de l’Estany) en el mes de octubre de 2003. Desde noviembre de 2004, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) gestiona su mantenimiento integral. Hoy, al cabo de más de setenta años de su plantación, el Jardí Botànic Històric muestra una agradecida respuesta al acierto de su creación: un conjunto vegetal de dimensiones y calidad excepcionales.